He ahí uno de los grandes secretos. Darse cuenta es la puerta a la expansión de tu consciencia. Cada vez que te das cuenta, tu mente se expande, crece, se abre y entonces tu realidad va tomando más y más sentido.
Y ¿que es la consciencia? Pues ni más ni menos lo que da sentido a tu existencia. Darme cuenta de esto me abrió un mundo de posibilidades infinitas. Un mundo de plenitud. Un mundo que muchos creen que es imposible, inexistente.
No estoy hablando de inteligencia, ni de conocimiento. Estoy hablando de ingeniería de la consciencia, de un lugar al que se llega a través de la sabiduría. Un lugar cuántico, en otra dimensión. Cuantas más veces te “das cuenta”, más te conectas a esta dimensión.
Y esta puerta solo se abre cuando abres tu mente, cuando te abres a lo nuevo, a lo desconocido, cuando te tiras al vacío para descubrir nuevos horizontes, cuando confías