Cuando lo pasamos mal por algún motivo, acostumbramos a pensar que: en el momento en que dejemos de estar mal alcanzaremos la felicidad. Pero la felicidad no es solamente la ausencia de sufrimiento. Desde la psicología tradicional se trabaja para gestionar el sufrimiento, pero no hay un trabajo para ayudar a alcanzar la felicidad.
Tu cerebro es una de las herramientas más poderosas del planeta. No hay dinero que pueda comprarlo o reproducirlo. Gestionar tu mente, tus preocupaciones y los pensamientos que generas, es fundamental para crear los resultados que deseas.
Los seres humanos somos entidades biológicas diseñadas para actuar de una forma determinada ante ciertos estímulos, de modo que solo hay que saber cómo activar cierta parte de nuestro cerebro empleando los estímulos adecuados.
Albert Ellis es el creador de la de la Terapia Racional Emotiva, y parte de la hipótesis de que no son los acontecimientos los que nos generan los estados emocionales, sino la manera de interpretarlos. Por tanto, si somos capaces de cambiar nuestros pensamientos seremos capaces de generar nuevos estados emocionales más acordes con la realidad, por tanto, más racionales y realistas.
La primera creencia instaurada en muchas personas es que ya somos muy mayores para cambiar y que somos así irremediablemente. La buena noticia al respecto es que esto es FALSO. La neurociencia ha descubierto la plasticidad del cerebro y por lo tanto su capacidad para adaptarse y cambiar, claro, si uno quiere :). De manera que me quedo con la siguiente frase: